"La crisis en Europa y Estados Unidos es una

crisis de sustentabilidad ”

 

El asesor en estrategias en Responsabilidad Social Empresarial (RSE), columnista de Ethical Corporation y fundador de Business Respect, Mallen Baker, visitó la Argentina en el marco de la sexta edición del “Curso Internacional Universitario de Responsabilidad Social Empresarial y Desarrollo Sustentable” organizado por la ONG Amartya junto con la Universidad de Buenos Aires, la Universidad noruega de Vestfold y la institución educativa Kulturstudier. Durante la jornada enfatizó que “nos veremos obligados a adoptar la sustentabilidad cuando las circunstancias creen condiciones que no puedan ser ignoradas”. Asimismo explicó que su rol principal como  consultor en RSE es “hacer las preguntas que son tan obvias que los empresarios nunca se hacen a sí mismos”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

- ¿Cuál es su opinión sobre la actual crisis económica europea y cómo cree que esta puede afectar la sustentabilidad?

 

- La crisis en el Reino Unido, Europa y Estados Unidos es una crisis de sustentabilidad porque son sociedades en las que ha habido un nivel de consumo desmedido, las personas vivieron más allá de sus capacidades financieras y más allá de lo que el planeta está preparado para soportar. Lo que vemos ahora es que gran parte de esto ha colapsado, algunas personas pensaron que esto sería una crisis a corto plazo que se superaría luego de uno o dos años y se volvería a la instancia anterior, pero yo creo que aquellos empresarios, economistas y líderes que tiene una visión hacia el futuro están comenzando a entender que este es un problema estructural que no va a desaparecer y que lo que no podemos hacer es volver al nivel de consumo que existía anteriormente porque volveríamos a generar el mismo problema y la próxima vez  sería aún peor.

 

- ¿Hacia donde cree que apunta el futuro de Europa?

 

- Creo que nos veremos obligados a adoptar la sustentabilidad cuando las circunstancias creen condiciones que no puedan ser ignoradas, el comportamiento de muchas personas tiende a cambiar cuando lo perciben de manera palpable, inmediata y cuando se dan cuenta de que no tienen opción y lamentablemente pienso que en términos de sustentabilidad nos encontramos en esa situación.

 

A su vez, los gobiernos no se ponen de acuerdo en cuanto a las medidas a llevar a cabo sobre el cambio climático, porque gobiernos como Estados Unidos se encuentran en negación en cuanto a cuán grande será el cambio y también por el modo en que utilizan esto en cuando a su política interna. En cuanto a las medidas gubernamentales en Inglaterra la opinión pública se modificó cuando los ciudadanos comenzaron a ver los osos polares en el ártico y comprendieron que algo estaba cambiando, algo que los trascendía y comenzaron a preocuparse por cual sería el impacto que tendría para ellos, para sus hijos y de repente los gobiernos se dieron cuenta de que podían hacer más cosas de las que estaban haciendo, porque la población comprendió que era necesario que se tomaran medidas. Pero no existe un consenso mundial y los empresarios no ven que los gobiernos estén tomando el liderazgo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

- ¿Cuánto tiempo puede llevar que se modifiquen las conductas de los consumidores?

 

 

- Puede modificarse muy rápidamente pero eso depende de factores externos. Hace aproximadamente dos años, hubo una pequeña suba en los precios del petróleo y de repente el precio de la gasolina en Estados Unidos se incrementó ampliamente lo cual tuvo un impacto inmediato en la consciencia de la gente. Hasta entonces, empresas como Ford querían construir autos con combustibles más eficientes pero no lo hacían porque sostenían que los consumidores no los querían, sus consumidores querían vehículos 4x4, querían Hummers, ¡autos voluminosos, autos poderosos!. Pero de repente cuando los precios de los combustibles se duplicaron la marca Hummer se convirtió en inviable y compañías como Toyota que invirtieron en el desarrollo de autos híbridos como el Prius pasaron a convertirse en comercialmente exitosas.

 

- Su rol como consultor en RSE ¿está relacionado con crear nuevas oportunidades que las compañías

no pueden ver?

 

- Mi rol principal es hacer las preguntas que son tan obvias que los empresarios nunca se hacen a sí mismos. No poseo un conocimiento experto en particular pero veo que muchas cosas están cambiando y que existen muchas posibilidades dentro de una amplia variedad de cosas, mi rol es sintetizar y conectar esas cosas. Por ejemplo, el CEO de una empresa tiene cada uno de sus días estrictamente planificado y existe mucha gente a la que le gustaría conversar con él, pero que nunca tiene la posibilidad de atravesar las barreras que los separan dentro de una misma compañía, por lo tanto terminan teniendo una visión muy sesgada de lo que ocurre en la misma. Los mejores CEO invierten mucho tiempo intentando derribar esas barreras para intentar acercarse al personal y preguntarles directamente: ¿cuáles son los problemas que los están afectando? y también dialogar directamente con los consumidores. Pero lo mayoría no hace eso. La realidad es que hay una sociedad con expectativas de cambio, la realidad es que hay problemas sociales que no pueden seguir siendo ignorados, la realidad es que existen desafíos. Apenas las compañías se expanden, las personas que están a cargo pierden el contacto y tienen que trabajar de manera consciente para lograrlo y yo tengo el privilegio de tener acceso a esos líderes empresarios.

 

- El Reino Unido tuvo un ministerio de RSE que dejó de existir con la llegada del nuevo Gobierno. ¿Qué opina sobre esto?

 

- El hecho de tener un ministro de RSE fue un gesto interesante por parte del Gobierno. El rol principal de los gobiernos es legislar, imponiendo las normas que se deben obedecer, pero la RSE no se trata de obedecer normas, porque todas las compañías deben obedecerlas, nadie recibe crédito por no romper la ley, es lo que se espera. La RSE tiene que ver con generar las mejores prácticas, tienen que ver con hacer las cosas de la mejor manera, con generar mejores resultados y eso no puede hacerse a la fuerza, porque se deben tomar decisiones y la responsabilidad tiene que ver con la toma de decisiones. No considero que fue algo malo tener un ministro de RSE porque le daba relevancia al tema, pero en realidad que ya no exista no impidió que el ministerio encargado del sector empresarial continúe debatiendo sobre temas de responsabilidad social.

 

- ¿Por dónde pasa lo más importante entonces?

 

- Lo más importante en realidad es cuán eficiente es la legislación de un país en cuánto a los mínimos estándares de vida de la población, cuando una compañía tiene que utilizar las RSE para solucionar los problemas en un país quiere decir que algo está mal. Las compañías no deberían tener que preocuparse por el cumplimiento de los derechos humanos, el hecho de que deban preocuparse por estos temas cuando trabajan en un país significa que los gobiernos locales no están haciendo nada para que se respeten los mínimos estándares sobre derechos humanos, porque son los gobiernos quienes deberían ser responsables por eso

 

- ¿Cuál es su objetivo principal a la hora de ofrecer conferencias que giren en torno a estos temas?

 

- Tiene que ver con alimentar una necesidad en las personas que moldearán el futuro. Estoy involucrado en esto desde hace más de veinte años porque creo que hay cosas en el mundo que deben modificarse y pasé mucho tiempo mirando a mi alrededor para ver quienes serían los agentes de ese cambio, algunas personas se involucraron en política porque creyeron que ese era el camino, otros se involucraron en crear sus propias empresas y algunas personas se involucraron en Organizaciones no Gubernamentales. Yo consideré que el mundo empresarial desempeñaba un rol muy particular porque son organizaciones muy pragmáticas que responden a lo que ocurre en el mercado y están acostumbrados a que los consumidores reaccionen cuando toman decisiones incorrectas. Entonces, tienden a ser muy prácticos y muchas veces pueden moverse más rápido que nadie, incluso más rápido que los gobiernos.

 

Florencia Miliukas