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Interview
Las fundaciones empresariales, las empresas dedicadas al desarrollo social, las alianzas y las redes sociales, conformadas por organizaciones de origen empresarial, son expresiones de la responsabilidad del sector privado con el progreso de las sociedades. En América Latina, estas organizaciones conforman un sector joven, en proceso de construcción, en constante evolución y enfrentado a crecientes desafíos.
Margareth Florez, directora ejecutiva de RedEAmérica
“La situación de pobreza es una amenaza para la democracia en América Latina”
- Partimos de la base de que las empresas internalizaron que comprendieron que no se puede dejar de lado a la organización de base que es la que conoce la problemática real de la comunidad donde opera. Ahora, ¿Cómo logramos sumar al otro gran actor que es el Estado, y que en definitiva es el que tiene el poder real de transformación?
- Creo que fundamentalmente debemos entender que la Inversión Social Privada está en un marco de corresponsabilidad donde todos los actores contribuyen, de acuerdo a su naturaleza, sus posibilidades de recursos e intervención. Por esto, al sector privado no se le pueden pedir las grandes cifras que se requieren para la trasformación de la pobreza y la desigualdad. Sí se le debe pedir que se sume a ese objetivo que depende del Estado.
- ¿Cuál sería la mejor intervención que podría realizar el sector privado?
- Primero hacer bien lo que tiene que hacer, hacerlo con efectividad, con impacto, con escala y para lograr esto debe unirse. Ya superamos la etapa de los proyectos chiquitos y maravillosos, ahora deben buscar que esos proyectos generen transformaciones a mayor escala las cuales sean duraderas más allá de la coyuntura. Para lograr esto deben pensar que son recursos privados, más allá que sean voluntarios, que persiguen fines públicos. Y aunque parezca obvio, es importante remarcarlo, las empresas buscan transformar la sociedad, son un medio, no son sólo inversiones que representan beneficios reputacionales para la empresa.
- ¿Cuesta aún hoy que se comprenda esto, que no es por reputación, valor de marca...
- Sí, aún hoy cuesta. Es una tención que existe y creo particularmente que no son muchas aquellas que logran trabajar con este enfoque de sustentabilidad, de generan impacto, que buscan escala, que tienen un sentido de corresponsabilidad…,es decir, cooperar cuando hay que cooperar y distanciarse cuando hay que hacerlo.
- Usted remarca permanentemente la importancia de la acción colaborativa.
- Sí, porque por sobre todo nos permite mejorar lo que hacemos, porque cuando uno hace con otro no sólo aporta, sino que se enriquece de las visiones del otro al mismo tiempo que aumenta los recursos logrando un mayor impacto.
Sin embargo, lo que hemos observado, es que si bien avanzamos en trabajar juntos entre actores privados, que es un gran paso, y sector privado con organización civil, vamos muy lento en trabajar con los Gobiernos, y esto se da en toda Latinoamérica.
- ¿No se logran construir lazos de confianza?
- Lamentablemente, todavía, el sector privado mira con malos ojos al sector público porque considera que es corrupto y que tiene interesas de imagen de manera inmediata. A su vez, el sector público mira al privado de la misma manera al mismo tiempo que los dos miran a las OSC’s y piensa lo mismo. Con lo cual, hay que romper con esos enfrentamientos y estigmas porque ninguno de los sectores por si sólo lo va lograr.
- ¿Cómo lo hacemos?
- Primero reconociendo que tenemos intereses distintos y hacer público esto, algo tan difícil como fundamental. Nuestra cultura nos lleva a ocultar los intereses y todos tenemos intereses, legítimos o ilegítimos. Además, la única forma de construir confianza es a partir de la transparencia. Una vez que se reconoce esto, el próximo paso es reconocer en la esencia la necesidad de cooperación, entender que el otro es importante, que no es sólo un instrumento, que necesito generar acuerdos que a futuro lleven a mejores resultados. Y esto no siempre pasa porque implica una demanda de tiempo mayor, con lo cual se produce la inacción.
Por eso creo que la forma de avanzar es partiendo de las diferencias, comprendiendo que por más que los actores trabajen juntos no pierden su autonomía, el Estado seguirá siendo Estado, el sector privado sector privado, y el hecho de que estén unidos en una actividad no quiere decir que vayan a estarlo en todo, ni de acuerdo con todo.

“...proponemos es dotar a esas comunidades de información, de conocimiento, de elementos que les permitan deliberar e incidir. Por eso el primer paso es reconocerlos como sujetos activos y no como beneficiarios de las iniciativas. Entender que si bien son pobres tienen activos que aportar...”
- Usted siempre recalca que se necesita que las organizaciones de base tengan voz, visibilidad, poder ciudadano e independencia. Sin embargo, muchas veces estas organizaciones, y sobre todo a nivel municipal, están muy ligadas al Gobierno de turno ya que subsisten gracias al aporte que estos les realizan ¿Cómo logramos que no se genere ese clientelismo mal entendido?
- Es un propósito esencial y en la práctica estamos luchando en un escenario que nos plantea esto. Las condiciones de pobreza generan, por un lado, que las comunidades no tengan la información ni el conocimiento necesario para desarrollar una opinión política informada sobre los temas públicos, lo que lleva a que sean objetos de cooptación de otros actores políticos. Por otro lado, puede decirse que la falta de atención por parte del Estado a las necesidades de la población hace que funcione este clientelismo, que venga un político y resuelva cash aquello que las políticas públicas no han podido hacer.
- Se puede decir entonces que democracia, pobreza y desigualdad están estrechamente conectados...
- Sí exactamente, y creo que nos falta comprender la magnitud de esto. Incluso, otras redes u otras organizaciones no dan tanta relevancia a la democracia porque siguen entendiendo que se trata de un sistema político donde uno va a votar una vez al año. Partimos de la base que el sistema democrático es mucho más que eso, creemos que la situación de pobreza es una amenaza para la democracia en América Latina y para los valores de la misma. Y es así porque la persistencia de la pobreza nos lleva a privilegiar mecanismos clientelistas, mecanismos adversos a un comportamiento democrático.
- ¿Qué se propone desde RedEAmérica?
- Ante este escenario, el trabajo que proponemos es dotar a esas comunidades de información, de conocimiento, de elementos que les permitan deliberar e incidir. Por eso el primer paso es reconocerlos como sujetos activos y no como beneficiarios de las iniciativas. Entender que si bien son pobres tienen activos que aportar, darles vos por más pequeña que sea la iniciativa que se está llevando adelante. Las comunidades que se fortalecen y adquieren vos en el pequeño escenario van creciendo hasta llegar a iniciativas de políticas públicas. Y de esto hay ejemplos...
- El de los recicladores de basura en Colombia, por ejemplo...
- Así es. Varios miembros comenzaron a apoyar por un tiempo a una de las organizaciones más grandes de recicladores de Bogotá y hoy esas organizaciones, que tienen un bajo nivel de escolaridad, con problemas sociales y psíquicos, quizás estamos hablando de uno de los grupos más vulnerables de la sociedad, son interlocutores de política pública. A su vez, lograron que haya una política que los incluya en las contrataciones de las grandes empresas de basura. Y si bien fue un proceso largo, estamos hablando de 15 años de trabajo, fue posible, los recicladores son un sector formal de la economía, subcontratados por las grandes compañías

“...para transformar la realidad Latinoamericana necesitamos, además de ciudadanos activos y competentes, un Estado mucho más eficiente, que sea capaz de llegar a los más pobres con soluciones de asistencia y desarrollo.”
- ¿Cuál sería la estrategia que llevara a revertir la situación que vive hoy América Latina?
- Hay que volver al tema de la corresponsabilidad. A su vez creo que para la Inversión Social Privada es fundamental el tema de desarrollo de base. Y si bien no quiero generar una discusión en esto, aquellos que decidan trabajar con las comunidades no pueden dejar de lado este enfoque que busca generar transformaciones profundas, de emporderar a las comunidades, darles voz, generar capacidades.
Ahora, para transformar la realidad Latinoamericana necesitamos, además de ciudadanos activos y competentes, un Estado mucho más eficiente, que sea capaz de llegar a los más pobres con soluciones de asistencia y desarrollo. Necesitamos repensar nuestro modelo económico ya que si bien estamos creciendo no logramos achicar esta brecha de desigualdad. Otro punto es el tema de la corrupción, nosotros no tenemos un problema de recursos sino un problema de administración y de corrupción a todo nivel.
- ¿Por eso se debe accionar desde los tres sectores?
- Precisamente, porque no podemos pedir cosas que no van a pasar sino las generamos desde las intervenciones que realizamos. Debemos ayudar a las comunidades a tener conocimiento sobre el funcionamiento del Estado, cuáles son las obligaciones que el mismo tiene para con ellos, cuáles son sus derechos, cómo se pueden vigilar los recursos públicos. Por todo esto es que desde RedEAmérica tomamos el tema de voz, influencia y capacidades.
Para Margareth Florez, directora Ejecutiva de RedEAmérica, la realidad Latinoamericana llama a los protagonistas de la Inversión Social Privada a repensar su estrategia, autoevaluar y construir capacidades distintas para garantizar una mayor efectividad. "Debemos romper la dispersión de iniciativas que individualmente pueden ser exitosas pero que no logran escalar", enfatiza la directora de esta red que días atrás visitó Buenos Aires por una reunión promovida por el Nodo Argentino (véase“Cuando la unión hace la diferencia”). Entrevistada en exclusiva por Visión Sustentable fue categórica en afirmar que “es imposible ganar escala en un proyecto social, sin coordinación con las políticas públicas” al mismo tiempo que remarcó la necesidad de dotar a las organizaciones de base de voz, visibilidad, poder ciudadano e independencia.
- ¿Cuál es la situación en Colombia?
- Partimos de la base que en Colombia está prohibido que el Estados done fondos al sector privado, lo que hace es subcontratar y es quizás por eso que es uno de los países en los que más se ha avanzado en esto que es colaboración público privada. Pero por otra parte, una dificultad que existe es que el Estado no tiene un mecanismo distinto a los contratos con lo cual es una iniciativa colaborativa que acaba con un contrato donde se genera una subordinación, que a veces no funciona todo lo bien que podría a ver sido.