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Interview
Las alianzas entre el sector público, el privado y las organizaciones sociales parecen ser herramientas útiles para afrontar los desafíos del desarrollo humano en el siglo XXI. Estas conforman un dispositivo institucional de colaboración para integrar recursos complementarios, compartiendo genuinamente los riesgos y beneficios. Al mismo tiempo, en Argentina, estas organizaciones sociales se encuentran en pleno proceso de construcción, enfrentándose a nuevos desafíos.
“El sector empresario debe reconocer que se equivocó”
Enrique Morad, presidente de Grupo de Fundaciones y Empresas (GDFE)
Para Enrique Morad, presidente de Grupo de Fundaciones y Empresas (GDFE), la realidad Argentina llama a los protagonistas de la inversión social a repensar su estrategia, autoevaluar y construir capacidades distintas apuntando a la solución de problemas de fondo. Entrevistado por Visión Sustentable fue tajante al opinar que “la brecha entre ricos y pobres no es sólo un problema del Gobierno, sino de todos los argentinos”. A su vez, considera que “el sector empresario debe reconocer que se equivocó” al mismo tiempo que asegura que la sociedad debe superar esta etapa de confrontación y generar espacios de entendimiento para lograr consenso.
- ¿En qué situación se encuentra hoy el sector social de nuestro país?
- Claramente es un momento muy interesante, casi podría decir que es apasionante desde el punto de vista personal, porque en Argentina se está llegando a un punto donde la conciencia del rol y las posibilidades del sector social y de las empresas actuando en el sector social está creciendo de una manera significativa de la misma forma que han crecido en otros países antes que nosotros.
A su vez debemos tener una mirada estratégica, ayudar a que las tareas tengan sentido pro activo. Acá ya no se trata de dar de comer, sino de ir sobre los puntos centrales que han hecho que un porcentaje enormes de argentinos estén en condiciones infrahumanas, aunque nos cueste llamarlos de esta manera, con el agravante que esto ocurre cuando el país está creciendo de manera sostenida durante muchos años y no tiene dificultades de ninguna naturales...
- Por eso usted habla de la necesidad de generar una alianza público privada que nos permita generar y avanzar en políticas públicas duraderas...
- Sí, pero no se trata de inventar la rueda de nuevo. A ver, cuando España y Portugal tuvieron que alcanzar los estándares sociales de Inglaterra o Alemania para integrar la Unión Europea no hubo un caos; se fijaron parámetros internacionales, se logró una articulación entre lo público y lo privado y todo el proceso fue transparente.Ahora, si me preguntas qué ocurre en Argentina, creo que como sociedad debemos hacer un mea culpa. La desigualdad no es un problema del Gobierno, es un problema de todos los argentinos. Si el país ha logrado tener felizmente los indicadores de crecimiento que tiene no se explica por qué al tener estos indicadores y los gastos de este presupuesto tenemos estos niveles de desigualdad. No es coherente.
- ¿Qué se propone desde el GDFE?
- Tratamos de compartir pero partiendo de la base de que esta situación como se está dando hoy no se sostiene. No se sostiene para mí empresa Loma Negra, no se sostiene para el mundo empresario, no se sostiene para el Gobierno... no se sostiene para nadie. Entonces señores hay que cambiar.
- ¿Dónde queda esa mesa de diálogo de la que habla el Gobierno?
- Bueno... el tema adicional que tenemos en la Argentina es que las palabras se vacían de contenido, decimos “vamos a dialogar”, pero yo elijo quién va a venir, qué va a decir y que va a preguntar. Si está en desacuerdo, confronto. Y si hay algo que caracteriza esta década es el confronte, no el diálogo. Después de la crisis de 2001 y de ese momento mágico que se generó a partir del drama que estábamos viviendo donde toda la sociedad se daba la mano llegamos a un punto de crispación donde nos excluimos, dividimos la sociedad como en décadas anteriores.
- ¿Qué papel o responsabilidad le que cabe al sector empresario?
- El sector empresario debe reconocer que se equivocó. A ver... la mitad de las cosas mal hecha que hay las hicimos los empresarios, y seguimos haciéndolas. Por eso digo que debemos hacer un mea culpa, en el sector y en la sociedad en general. Lo que hoy padece la sociedad argentina lo padecen las dos puntas... los padecemos aquellos que tenemos la vida más o menos organizada, a pasar que tenemos un nivel de trabajo muy grande donde el 40 por ciento de lo que hacemos está dedicado a superar las ineficacias del sistema, y lo padecen los que menos tienen.
Plan de acción
La Federación de Fundaciones Argentinas (FEDEFA), el Foro del Sector Social y el Grupo de Fundaciones y Empresas (GDFE), trabajan para crear la Confederación General de la Sociedad Civil, una entidad de tercer grado abierto a las federaciones y a aquellos espacios colectivos que en sus diversas formas, estén integrados por organizaciones de la sociedad civil (OSC). La flamante agrupación, lanzada el 12 de agosto último, se propone coordinar la mesa de trabajo que se ocupa de lograr un mejoramiento en el marco legal y fiscal que rige a las organizaciones de la sociedad civil, editar un documento que dé cuenta de aportes concretos de la sociedad civil a los principales ejes de las políticas públicas, y en invitar a que los candidatos de las elecciones de octubre, firmen una carta compromiso en la que reconozcan a las organizaciones de la sociedad civil como interlocutores válidos, y se comprometan a impulsar normativas y medidas que mejoren el marco que regula a las organizaciones del sector social.
Asimismo, se conformaron tres mesas de trabajo: Nutrición 10 - Hambre 0, un espacio integrador que articula personas e instituciones decididas a promover no sólo la lucha contra el hambre y la desnutrición, sino también la óptima nutrición de toda la población a través de la articulación público-privada; otra Mesa- Mejor Educación para todos en Argentina- que procura generar calidad para la educación pública en la Argentina. Con actores con pluralidad de recorridos profesionales, ideológicos, sociales y religiosos, que sumará su aporte al del Estado y al de los trabajadores; y por último, la Mesa Juntos por la Sociedad Civil, la cual procurará, junto al Estado, generar las mejores condiciones para el desarrollo institucional de OSC’s.
- ¿Qué es lo que observa desde el sector social?
- Nosotros, igual que las personas, para alcanzar con estos objetivos cumplimos con todas las reglas y procedimiento. Las empresas, que somos actores sociales, que sabemos hacer algunas cosas y que sabemos que debemos pedir ayuda para aquellas para las cuales no estamos capacitados, y necesitamos que el Gobierno nos de ciertas reglas, las mantenga, tenga metas a largo plazo, políticas de estado, procesos en los cuales todos debemos estar involucrados.
A ver... es como si fuéramos hacer un viaje de Tierra del Fuego a Jujuy, va a ver quienes griten, se enojen, se cansen. Sin embargo, el viaje tiene una ruta la cual no se puede cambiar o modificar sobre la marcha porque no es lo mismo Misiones que Jujuy; entonces una vez que se planifica y cierran acuerdos de convivencia, metas, obligaciones, etc... Ese acuerdo se respeta mientras que en la vida cívica argentina todas estas cosas del ejemplo del viaje no pasan...
- ¿Y cómo generamos una apuesta a largo plazo cuando el escenario está mutando permanentemente?
- Difícil... porque si se logra un consenso y un compromiso uno espera que eso no se rompa o se cambie. Ahora, conceptualmente en el sector social, empresa, gobierno, municipio, esto es patético, porque todo sigue igual. Por ejemplo, seguir teniendo fondos destinados a dar de comer no tiene sentido, ¿qué estoy haciendo mal que tengo que solventar el costo del plato de sopa a esta altura del partido? Que nosotros que en los 90 estuviéramos discutiendo los costos de la asistencia social, era un drama; pero que en el 2011 los sigamos haciendo ya es patético, acredita la incapacidad de resolver los problemas. Con lo cual, si yo no cambio la actitud, si no tengo una clara conciencia de cambio me va a seguir pasando lo mismo y en el 2030 vamos a seguir hablando de esto.
- ¿Cómo aborda este tema el GDFE?
- Nos estamos uniendo con otros organizaciones sectores sociales como FEDEFA, el FORO, Asociación Argentina de Grupo Crea, clubes de colectividades, Rotary Club, Club de Leones entre muchos otros y formamos la Confederación General de la Sociedad Civil (véase recuadro Plan de acción). Lo que buscamos es organizarnos para ser más eficientes, y generar sinergias entre los que saben hacer algunas cosas y los que disponen de algunos recursos; los que cubren el territorio nacional y los que conocen “todo” de una región o barrio; los que vienen trabajando con el Estado y los que nunca lo hicieron. A su vez, buscamos que las agendas comunes de interés público se visibilicen a nivel masivo, aportando a la construcción de políticas públicas y sociales en los tres niveles del estado. Si Brasil, Chile, Colombia, Perú, España y tantos otros lo hicieron ¿por qué nosotros no?
- Hace unos momentos usted mencionaba que la necesidad de que la sociedad demuestre cierto grado de madurez ¿en qué lugar se encuentran las organizaciones sociales?
- Las organizaciones sociales no hemos dado pruebas de madurez porque nosotros estamos tolerando este sistema. Necesitamos crear condiciones sociales donde los que tienen que cumplir su rol lo hagan. Esto es política de Estado... generar espacios de entendimiento y a partir de esos entendimiento generar consenso, establecer metas, cumplirlas... y esto es básico para la construcción de espacios mejores después de esto hay todo una posible construcción de espacios mejores que es lo que están haciendo los otros países...
- En la jornada anual sobre “La inversión social privada en movimiento” que organizó el GDFE, Elisa Bernal -oficial de Asuntos Sociales de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) Chile-, opinó que uno de los grandes problemas de la inversión social privada latinoamericana era la falta de métricas...
- Claramente no se puede trabajar sin métricas. Yo no puedo corregir nada sino cuento con elementos ciertos y confiables de evaluación y análisis. En las empresas nosotros sabemos hacerlo ya que todo se mide...
- Es verdad, pero ¿cómo adaptamos nuestra gestión de empresa al mundo social?
- Creo que ese es el desafío, pero no solo para la inversión social privada sino para todo el sector social porque hay grupos, como el Estado o algunas organizaciones religiosas, que consideran que en el sector social no hay que medir.
- ¿Cuáles serían los desafíos que a partir de este lanzamiento de esta mesa de diálogo que se cumplan?
- Claramente lo que buscamos es ser capaces de producir una toma de conciencia colectiva importante para que un alto número de personas que se encuentran en puestos estratégicos participen, tonto público como privado. Los objetivos es mirar una sociedad con grandes espacios de crecimiento en beneficios de la comunidad.
- ¿Y es optimista?
- Sí, porque hay realidades peores que las nuestras que se han ordenado. Y lo han hecho a partir de una maduración de toda su sociedad... y para lograrlo, como sector debemos reconocer que nos equivocamos.
Te doy un ejemplo claro, en el año 94 Carlos Tacchi -secretario de Ingresos Públicos durante el primer gobierno de Carlos Menem-, nos juntó a los representantes de las 10 grandes fundaciones empresarias y nos mostró qué hacía cada uno con las desgravaciones de las cuales gozaba. Vimos, por ejemplo, que un banco que ya cerró, tenía 140 sucursales y 300 autos a nombre de su Fundación, con lo cual no pagaba ABL, patente, etc. .Nos dijo que era un hombre convencido de la necesidad de las ONG y que nos daba un par de meses para “arreglar” la situación dado que iban a sacar una normativa. A los seis meses nos volvió a llamar y nos demostró que, los que no cumplían con la ley, no habían cambiado nada... Te cuento esto porque todavía hoy hay gente que se queja de que Menem nos sacó las supresiones... Ahora, gracias a Dios que nos las quitó, si estábamos robando por todos lados... Con lo cual, debemos trabajar y mejorar para volver a merecer esos beneficios que tuvimos en su momento.
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