Desde su conformación en 2011, con un presupuesto de 8.4 millones de dólares, la Iniciativa Regional para el Reciclaje Inclusivo ha logrado implementar programas y proyectos en 12 países de la región. Este trabajo está basado en tres pilares de acción enfocados en el mejoramiento de la situación socio-económica de los recicladores; apoyo a gobiernos nacionales y municipales en el desarrollo de políticas públicas inclusivas; y un aumento en el papel del sector privado y la integración en la cadena de valor.

 

A través de proyectos estratégicos; actividades de formación y formalización de recicladores; la generación de herramientas para apoyar el proceso de inclusión; la divulgación de buenas prácticas y eventos y actividades de comunicación durante los últimos dos años , la IRR ha logrado sumar a 6 compañías co-inversoras en proyectos estratégicos que van a beneficiar 2.600 recicladores en 20 municipalidades en la Región; capacitar a 260 recicladores y 270 funcionarios municipales; y realizar eventos regionales y nacionales en los que han participado alrededor de 450 personas. Tan sólo en 2013 se han aprobado y puesto en marcha proyectos estratégicos en México, Panamá, Brasil y Chile.

 

Puntualmente en Argentina, se está desarrollando un proyecto piloto en la ciudad de Buenos Aires, para crear una cooperativa dedicada a la colecta de materiales reciclados capaz de trabajar con el público, gestores de construcción y de desarrollos comerciales. A partir del mismo, se buscará capacitar a más de 100 mil personas en la separación de residuos y se realizarán alianzas con instituciones y otros socios a fin de que se conviertan en motivadores del cambio de conducta. Se espera lograr un incremento del 30% del material procesado por la cooperativa y la constitución de un modelo de trabajo que pueda ser replicado en otras áreas de la ciudad.

 

Por su parte la IRR y Accenture presentaron el estudio “Reciclaje inclusivo en América Latina y el Caribe” con el fin de definir la realización de nuevos proyectos mediante un mayor y más profundo conocimiento del sector de los recicladores informales. Entre los principales puntos de dicho estudio se resalta que los recicladores informales son una pieza clave del sector de reciclaje en los 15 países estudiados de Latinoamérica y del Caribe; por lo que es necesario plantear un desarrollo inclusivo del sector para dignificar la profesión del reciclador y mejorar el estatus social del que actualmente dispone este segmento de la población. Asimismo, existe una gran disparidad en la normativa referente a los recicladores, dividiendo a los países en dos grupos: el primero integrado por Brasil, Colombia y Perú, donde la actividad tiene cierto reconocimiento forma y un segundo grupo, donde la actividad sigue ocurriendo al margen de la ley.

 

Otros de los puntos que vale la pena mencionar es que la falta de capacitación de los sitúa en desventaja frente a los otros actores de la cadena de valor y no se explota al máximo el potencial de reciclaje al mismo tiempo que señala la notable debilidad existente en los mercados de transformación de materiales, la cual se agudiza por la dispersión y poco volumen de las plantas industriales y la escasez de empresas con conocimiento y trayectorias adecuadas en el sector.