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“Defino a la Inversión Social Privada (ISP) como el aporte voluntario de recursos privados, de forma planeada, sistemática y monitoreada, en proyectos con finalidad pública”, responde contundente Fernando Rossetti, secretario General del Grupo de Institutos, Fundaciones y Empresas (GIFE) de Brasil, cuando se le pregunta cómo definiría a la ISP.

Fernando Rossetti, secretario General del Grupo de Institutos, Fundaciones y Empresas (GIFE) de Brasil.

- ¿Qué tipo de aptitudes requiere una empresa para avanzar en el tipo de inversión socialmente responsable?

 

- En primer lugar, debe tener una perspectiva profesional en sus actividades de Responsabilidad Social. Lidiar con los problemas sociales es tan complejo como el campo de los negocios afecta al mercado, con lo cual requiere conocimientos específicos y habilidades y, sobre todo, contar con profesionales capacitados para hacer frente a estos desafíos.

 

En segundo lugar, es importante aprender a escuchar a la comunidad e incorporarla a la hora de generar las soluciones a los problemas que la afectan. Y, por último, debemos tomar en cuenta lo que la compañía realiza en el campo de los negocios. Debemos preguntarnos ¿el conocimiento que tengo puede ayudar al bien común? ¿están haciendo mis empleados una contribución a la sociedad? Y debemos ver la forma de aprovechar esta energía.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

- La clave es centrarse en la transformación social, en la lucha contra las causas de los problemas sociales y no en sus síntomas. Para ello es necesario analizar el contexto, el plan de actividades y evaluar su éxito. Y siempre que sea posible, formular estrategias a largo plazo, ya que el cambio social no se da en el corto plazo.

 

- ¿Cómo logran las compañías y las Fundaciones Empresarias medir dicha inversión?

 

- La evaluación de la responsabilidad y la inversión social es siempre un proceso complejo, que tiende a ser caro al mismo tiempo que no hay indicadores genéricos de los resultados. Cada proyecto tiene características específicas y variables específicas que han de ser considerados para su evaluación. A su vez, este es también un campo de aprendizaje para la inversión social de las empresas, donde las empresas deben hacer una inversión de riesgo para aprender a hacer proyectos de inversión social.

 

- ¿Ósea que no se realizan por una cuestión de costos y por la dificultad en…

 

- Exactamente, la evaluación es compleja y costosa. Los proyectos pequeños a menudo no tienen los recursos necesarios para una evaluación adecuada. Por eso, en estos casos puntuales, es recomendable buscar otras empresas que tienen proyectos similares o en la misma región, para compartir los costos y la evaluación del aprendizaje. Y otra traba que mencionábamos es la de la falta de especialistas en el mercado para llevar a adelante buenos procesos evolutivos.

 

- Ahora bien, ¿a partir de qué punto una compañía puede hablar de Inversión Social Responsable?

 

- Si la Compañía tiene profesionales dedicados a esta área, a partir de una reflexión más profunda sobre los cambios que deben alcanzarse, es decir, un plan de acción, y una definición de la metodología que se utilizará para supervisar los resultados de la acción. Sólo si se dan estos puntos podrá hablar de inversión sociales privada.

  

     ÁMBITO DE ACCIÓN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

- ¿Cómo logramos profesionalizarla y lograr un mayor impacto?

 

- Con la contratación de profesionales y consultores, haciendo cursos, participando en organizaciones como la GDFE, que facilitan el intercambio de experiencias y el contacto con las prácticas más avanzadas, y tratando de hacer inversión social privada y no filantropía.

 

- ¿En qué situación se encuentra Brasil en relación a otros países de la región como Chile o Argentina?

 

- La inversión social privada y la filantropía están relacionadas con la producción de riqueza. Cuanta más riqueza, mayor inversión social -sea de individuos, sea de las empresas, sea del mismo gobierno. En tiempos de crisis económica por lo general hay una disminución en la inversión social, porque hay menos dinero circulando en la sociedad misma. Países como Brasil y Chile, que están en el proceso de desarrollo económico acelerado se encuentran en el campo de la inversión social más desarrollado. Por el contrario, países que han experimentado crisis económicas más recientes, como por ejemplo, Argentina, enfrentan más retos a la hora de estructurarla.

 

- ¿Qué rol cumplen las alianzas estratégicas con las distintas OSC y Gobierno?

 

- Hay un proverbio africano que dice que "para ir rápido, ve sólo; ahora si quieres llega más lejos ve acompañado". La transformación social es un largo camino y siempre se necesitan aliados, sea la sociedad civil, sea del gobierno, sea el sector privado. Es imposible ganar escala en un proyecto social, sin coordinación con las políticas públicas.

 

- En varias oportunidades usted habla que desde el GIFE tratan de hacer su trabajo de responsabilidad social y filantropía en forma planeada y estratégica, utilizando muchas de las herramientas del mundo de los negocios para ser más eficientes y más profesionales. ¿Me podría dar ejemplos concretos de esto?

 

- Las principales metodologías de planificación, por ejemplo, se produjeron en el mundo de los negocios y hoy en día también son utilizados por las iniciativas sociales, como Balanced Score Card (BSC). Muchas técnicas de evaluación, tales como la creación de indicadores también se derivan de la actividad de las empresas. Las mejores prácticas de gestión y gobernabilidad fueron producidas por empresas privadas y ahora también están siendo utilizados por las organizaciones no gubernamentales y por la inversión social privada. En GIFE utilizamos una metodología denominada Business FODA -Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas- para analizar la situación antes de hacer la planificación estratégica.

 

- ¿Cuán dificultoso resulta utilizar estas herramientas del mundo de los negocios a las que usted hacía referencia?

 

- No es fácil, porque las personas y empresas que se dedican a las cuestiones sociales en general lo hacen con el corazón, y no está mal, pero también es necesaria la razón. La conciliación de la razón y de la emoción es siempre un gran reto.

 

- ¿Hacia dónde se dirigirá la inversión social en los próximos años?¿Cuáles son los desafíos a cumplir?

 

- Las principales tendencias tienen que ver con un aliñamiento de las iniciativas de RS de la empresa con su inversión social privada, es decir, la misma ética y los mismos valores son utilizados en la gestión del negocio y en la gestión de los proyectos sociales.

 

En segundo lugar, la segmentación de los proyectos sociales por empresa, es decir, cada gran empresa buscará un nicho para diferenciarse en el mercado. A su vez, el campo también será cada vez más profesionalizado, ya que la ISP ahora genera un valor agregado para la marca de la compañía, y la mayoría de las veces ese valor es muy importante. Y, por último, como no es posible lograr escala y gran impacto de manera individual, hay una fuerte tendencia a la formación de alianzas, ya sea entre empresas, ya sea como las ONGs o con el Gobierno.

 

- Quizás lo más difícil de lograr sea esa articulación entre lo público y lo privado.

 

- Sí, ese punto es lo más dificultoso. Sin embargo, tenemos que generar oportunidades de diálogo, porque sólo a partir de esa conversación vamos a comprender que las ideas y los valores que impulsan los que trabajan en el ámbito privado son diferentes a las que trabajan en el dominio público. Y como ese diálogo no es fácil necesitamos tener mucha paciencia.

 

- ¿Considera que faltan desarrollar nuevas enfoques de managment, herramientas de aplicación y metodología de planificación e implementación para que las empresas comiencen a ver al negocio desde el punto de vista de la sustentabilidad?

 

- El campo de la inversión social privada y la responsabilidad social está creciendo rápidamente en todo el mundo, y las nuevas herramientas y metodologías se están creando en todo momento y en muchas partes - como el GRI, ISO 26.000, los Indicadores Ethos, el guía del Mejores Prácticas de Gobernanza de los Institutos y Fundaciones Empresariales del GIFE. Por eso estoy seguro que tendremos muchas novedades durante muchos años.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“Conciliar la razón y la emoción es siempre un gran reto”

El Grupo de Institutos, Fundaciones y Empresas (GIFE) fue la primera asociación sudamericana en reunir organizaciones de origen privado para financiar o ejecutar proyectos sociales, ambientales y culturales de interés público. Desde su fundación en 1995, trabaja en la búsqueda de soluciones para la superar las desigualdades sociales de Brasil. Por este motivo, uno de sus principales objetivos es influir en las políticas públicas, al establecer convenios, compartir ideas, acciones y aprendizajes con el Estado y con organizaciones de la sociedad civil.

 

GIFE sólo agremia a inversores sociales privados que cuentan con recursos propios para invertir en programas sociales, culturales y ambientales. Los recursos de sus 118 integrantes suman casi 25 por ciento, alrededor de U$ 700 millones, del total de dinero privado que se destina al área social en Brasil, en un año.

 

“La responsabilidad social empresarial ya no es una acción periférica, como era hace 20 años. Hoy, está en el centro de las estrategias de negocios. Si la crisis global por la que estamos pasando se hubiera dado hace 10 ó 20 años, los programas de responsabilidad social empresarial hubieran sido eliminados. Hoy no es el caso”, opina Fernando Rossetti.

- ¿Cómo se logra descubrir eso que usted llama energía?

- Se logra si la acción de la empresa esté alineada con su misión y sus valores propios. Y es una zona donde, por ser nueva, no se han establecido normas para lograrlo, entonces, la empresa debe aprender a ser socialmente responsable experimentando diversas iniciativas destinadas a encontrar su propia manera de actuar.

 

- ¿Cómo se transita de la filantropía a la inversión social responsable?

 

HOJA DE VIDA

Licenciado en Ciencias Sociales, es además chairman de la WINGS -Worldwide Initiatives for Grantmakers Support-. Fundó, junto con el periodista Gilberto Dimenstein, la organización no gubernamental Cidade Escola Aprendiz, que dirigió entre 1999 y 2002. Ha trabajado también como consultor en diversas organizaciones internacionales del Tercer Sector como Unicef; es Synergos Senior Fellow y líder Avina.

 

Interview

Fernando Rossetti, una de las personas más autorizadas para hablar del tema a nivel mundial, asegura que la clave de toda inversión social privada es centrarse en la transformación social, en la lucha contra las causas de los problemas sociales y no en sus síntomas. Hace unos días atrás visitó Buenos Aires invitado por el Grupo de Fundaciones y Empresas (GDFE). Entrevistado por Visión Sustentable fue categórico en afirmar que “es imposible ganar escala en un proyecto social, sin coordinación con las políticas públicas” y enfatizó que “las compañías sólo podrán hablar de ISP si tienen profesionales en esta área, cuentan con un plan de acción y aplican un método para medir los resultados”.

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