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“La humanidad se moviliza de dos maneras -dice Oded Grajew, presidente emérito del Instituto Ethos Brasil-: con visión de futuro o con visión de desastre. Nosotros preferimos la primera. Después es mucho más difícil arreglar las cosas.” Al igual que Grajew, Jorge Luis Numa Abrahaõ es un incansable predicador. El presidente y director del Instituto Ethos de Empresas y Responsabilidad Social de Brasil y miembro del Concejo Internacional del Foro Social Mundial está convencido “en la necesidad de involucrar al ciudadano común en los aspectos que hacen a la responsabilidad social” al mismo tiempo que lamentó que “los sindicatos brasileños aún no hayan incorporado las experiencias del la RSE”.
"Buscamos que las prácticas de RS se conviertan en políticas públicas"

Jorge Luis Numa Abrahaõ, presidente y director del Instituto Ethos de Empresas y Responsabilidad Social de Brasil
- Si tuviese que nombrar una de las fortalezas del Instituto Ethos ¿cuál sería?
- Si bien se puede decir que tenemos varias, creo que la cuestión de la convergencia es una de nuestras más importantes fortalezas porque Ethos logró generar un nodo de red para las articulaciones con los distintos sectores de la sociedad. Entonces, si hay algo que yo pienso que es importante es la capacidad que se tiene para dialogar con las empresas, el Gobierno, la sociedad civil, los trabajadores. Esto es una riqueza muy grande para nosotros porque este mecanismo de escucha lleva a que hoy tengamos una gran credibilidad que permite que se puedan hacer innovaciones en estos diferentes sectores.
- Ethos también focaliza su acción en los consumidores, se esfuerza en generar en la sociedad la idea del consumo consciente…
- Nos preocupamos en formar consumidores responsables. Ellos son los que tienen el poder del consumo. Buscamos que sepan cuáles son las empresas que están actuando de una manera socialmente responsable. A su vez, con las diferentes publicaciones buscamos que las empresas reflexionen sobre estos temas y generen políticas que puedan transformar situaciones que no son las más aconsejables.
- ¿Qué ocurrió con esos equipos hoy?
- Estamos en un momento de cambio con un gran desafío. Recientemente lanzamos una plataforma en Brasil que llamamos “Plataforma por una nueva economía”, la cual tardamos varios años en preparar y comprende la tercera etapa de la misión de Ethos.
Esto es así porque se podría decir que en los últimos tiempos nos volvimos más conscientes de la necesidad de cambio, de cómo podemos transitar y superar estos riesgos sociales y ambientales que estamos observando y cuál va a ser el papel de las empresas en un proceso que avanza en este sentido…
Plataforma por una nueva economía
La iniciativa, desarrollada por el Instituto junto a un grupo de empresas socias (Alcoa, CPFL, Natura, Suzano, Vale, y Walmart) aspira a ser un foro donde los CEO de las empresas brasileñas fijen una agenda de trabajo en sustentabilidad para Brasil. La plataforma reúne un conjunto de ideas y propuestas que Ethos y los socios institucionales han ido desarrollando en los últimos años con el objetivo de estimular a las empresas de Brasil a promover una transición hacia esa "nueva economía" que propone Numa Abrahaõ.
- ¿Fue un trabajo en conjunto con el sector empresario o…
- Sí, un grupo de empresas socias -Alcoa, CPFL, Natura, Suzano, Vale, y Walmart- asumieron su responsabilidad de manera voluntaria y emitieron una carta abierta a la sociedad declarando que asumían este compromiso. Al mismo tiempo, lo invitaron al Gobierno a una mesa de diálogo para mostrarle que era muy importante tener esta mirada a largo plazo y que necesitaban que se las acompañara creando marcos y directrices dado que no había condiciones para que las empresas realizaran inversiones tan significativas sino tenían un horizonte y una dirección por parte del Gobierno.
- ¿Cómo se dio esa situación de diálogo? ¿Cómo fue la postura del Gobierno?
- Muy buena. El Gobierno se sintió respaldado por las empresas porque esto fue dos meses antes de la Convención de Copenhague donde Brasil terminó teniendo protagonismo en la cuestión ambiental por causa de un movimiento que comenzó en las empresas. Más aún, pos Copenhague continuaron los diálogos y se creó una política nacional de mudanza climática.
Por eso, hoy estamos en diálogo con los movimientos de la sociedad civil y el Gobierno, pero con esta mirada. Buscamos es que las prácticas de RS se conviertan en políticas públicas.
- ¿Qué pasa con la participación del ciudadano común?
- Sabemos que se tiene que avanzar mucho y debemos focalizar también nuestros esfuerzos en eso porque sabemos que podemos lograrlo. A su vez, tenemos que tener voluntad para que la sociedad sea escuchada con lo cual debemos avanzar en la política, en los problemas de representación. Creemos que es necesaria una reforma política que no deje de lado el financiamiento privado de las campañas. Sólo de esta manera se logrará reducir la relación que hay de favores en este proceso y consiguiendo el empoderamiento de la democracia participativa.
- ¿Y qué ocurre con el modelo de RS en los sindicatos?
- Lamentablemente tengo que decir que los sindicatos aún no han incorporado la experiencia de la responsabilidad social, no tenemos buenas experiencias en esto lamentablemente...
-¿Pero cómo podemos hacer para lograrlo?
- Yo pienso que primero logrando la independencia sindical en función del partido y la política. Este es un punto, y a medida que los sindicatos entiendan que no necesitan entrar en ese juego, sino que deben centralizar su esfuerzo en el tema de los intereses de los trabajadores y los intereses públicos, podremos comenzar a hablar de responsabilidad.
-Existen algunas posturas que manifiestan que en la última crisis financiera quedó demostrado que la RSE falló...
- Creo que es justamente lo contrario. La crisis financiera fue ocasionada porque personas claves del Gobierno estaban dentro del sector financiero y viceversa, no había reglamentación y para dificultar más la situación se dio un lobby de tal magnitud que fue el más bajo del que hemos tenido experiencia.
- Se debió a la falta de ética y moral de los directorios de esas compañías...
- Sí...creo que la crisis fortalece la idea de que las empresas tienen que tener otra postura en su papel en la sociedad...
- Ahora ¿Cómo logramos que la alta dirección tome las decisiones de negocios mirando las tres dimensiones?
- Pienso que es una cuestión de interpretación. Tenemos que entender que hay que dejar las miradas de corto plazo y comenzar a ver más allá. Si no se tiene interés en la perennidad de la empresa, si lo importante es este año y no los próximos cinco o diez, las cosas continuaran de esta forma y tendrán que afrontar riesgos, incertidumbres...
- Muchas incluso miden el riego de no actuar de una manera responsable...
- Sí, muchas, y crean fondos por la irresponsabilidad...Por otro lado, tenemos que ver que las empresas que tienen esta visión de largo plazo, que buscan que sus marcas tengan reputación, saben que deben virar a este comportamiento que integre estas dimensiones. Y lo mejor de todo es que existen y están invirtiendo en esto.
- ¿Por qué cuesta que las compañías expresen sin temor que la RSE también es un negocio?
- Es difícil que hablen de RS en términos económicos, sin embargo la RS tiene un pilar económico, por ejemplo, cuando hablamos de anticipar decisiones para que sean competitivas; o cuando invierten en diversidad buscando tener capacidad de entender mejor la sociedad, de tomar decisiones que reducen los riesgos... Todo esto está ligado a una ecuación de sustentabilidad de la empresa. La cuestión es ¿Sólo vemos la cuestión financiera? O ¿Invertimos en otras cuestiones para que el financiero sea más seguro?... este es el cambio de visión que debe ocurrir.
-¿Cómo logramos involucrar al ciudadano común a este proyecto? ¿Cómo lo contagiamos y lo sumamos?
- Sabemos que la comunicación es clave. Nosotros, por ejemplo, lanzamos un movimiento que se llama Red Nossa San Pablo, que se acaba de lanzar también acá con el nombre “Nuestra Buenos Aires”. Lo que pedimos es que las organizaciones presionaran a nuestro Parlamento para conseguir que se aprobara esta ordenanza que viene a medir el nivel de cumplimiento del plan de gobierno del Alcalde...
Y contestando su pregunta esto lo logramos porque contamos con el apoyo de figuras públicas, como futbolistas, actores, periodistas e intelectuales que se involucraron y logramos meternos en la agenda de los medios de comunicación.
“Es difícil que hablen de RS en términos económicos, sin embargo la RS tiene un pilar económico, por ejemplo, cuando hablamos de anticipar decisiones para que sean competitivas; o cuando invierten en diversidad buscando tener capacidad de entender mejor la sociedad, de tomar decisiones que reducen los riesgos… Todo esto está ligado a una ecuación de sustentabilidad de la empresa.
- Ahora, ¿vienen a ser una especie de Ombudsman?
- Por un lado se hace un control para mostrar el nivel de cumplimiento de las propuestas que se hicieron durante la campaña y, por otro, que creo que es fundamental, les mostramos cuáles son las expectativas del ciudadano. ¿Cuál sería el escenario ideal? mostrar que las promesas del Alcalde están en estrecha relación con los deseos de la población.
Por esto último, es que tenemos el desafío de expandir el movimiento y llegar a las zonas periféricas dado que será la única manera de masificarlo y así lograr ese cambio que buscamos.
- Usted habló de la relación que existe entre el Gobierno, los empresarios y las Organizaciones Sociales. Ahora, ¿qué pasa con los sindicatos y cómo se sientan dentro de esta mesa de diálogo?
- A ver... el hecho de que el ex presidente Lula viniera de ese sector llevó a que se diera un proceso de acercamiento que llevó a que el modelo sindical se alineara al Gobierno. Sin embargo, esto sólo se debió a que los altos mandos ocupaban cargos ejecutivos, no por un proceso natural.
Ahora, estamos viviendo un nuevo momento ya que los sindicatos al incorporarse a la política perdieron esa independencia que deben tener, la cual están tratando de reconstruir.
Nuestra Buenos Aires es una herramienta que tiene como objetivo incidir en el desarrollo de políticas públicas que favorezcan una mejor calidad de vida de los ciudadanos porteños y transparentar la gestión del gobierno local. Está enfocada en cuatro ejes temáticos: hábitat, educación, salud y transporte. Por medio de un observatorio virtual compuesto de indicadores, se medirá la calidad de vida en cada comuna y cada barrio de la Ciudad de Buenos Aires.
Nuestra Buenos Aires, impulsada por un grupo de empresas y organizaciones, nació a partir de la visita en 2009 de Oded Grajew, fundador del Movimiento Nossa Sao Paulo, movimiento brasileño que congrega a más de 600 organizaciones que comenzó a funcionar en el año 2007 y lleva adelante un monitoreo de la calidad de vida y de la gestión pública en la ciudad de San Pablo.
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